miércoles, 27 de marzo de 2013

Una tarde de viernes

Todas los fines de semana en un conocido centro comercial; sí, ese que anuncia la llegada de la primavera; hay un cuentacuentos y una serie de actividades, normalmente manualidades para niños.
Hace un par de semanas el cuento era "La oruga glotona", del cual tenía muy buenas referencias y tras comentárselo a A. decidimos ir.

Antes del inicio del cuento hay una entradilla con canciones infantiles donde todos los niños (y los no tanto) bailan al son de musiquillas pegadizas y letras instructivas y mi "bailonguilla" no iba a ser menos.



Más tarde comenzó el cuento que nos enganchó a todos, bien narrado y no demasiado largo dada la media de edad del respetable y A. pudo seguirlo sin dificultad.
Entusiasmados por el primero nos dispusimos a escuchar el segundo cuento de la tarde pero......ufff!! qué tostón, ni yo soy capaz de recordar el título!, así que a la mitad de éste y viendo que mi pequeña pasaba de lo que allí estaba sucediendo le propusimos ir a un parque de bolas que hay próximo y.......SÍÍÍ mamá por favor, ¿podemos ir? ¿podemos?



La pirámide gigante, usada de tobogán "barriguero"












La pista americana y las bolas.


Aquí, como las bolas se hunden y es muy difícil desplazarse por ellas, ponía los sacos haciendo un caminito hasta llegar a la salida, je, je, je, je






Y por supuesto las camas elásticas, atracción favorita de A., sin la cual todo lo demás no vale nada. Por eso, aunque la foto sea tan mala y movida no puedo dejar de incluirla en esta entrada.

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